La revolución de Lionel Messi en Estados Unidos no tiene freno. Tras la presentación, que para muchos fue deslucida, el argentino finalmente se puso la camiseta la camiseta rosa y empezó a mostrar por qué es el mejor jugador del mundo: ya consiguió un título y ostenta la marca de nueve partidos ganados de forma consecutiva (dos por la vía de los penales).
Es necesario recordar que el Inter Miami llevaba una descontrolada racha de 10 partidos sin conocer la victoria y muchos escépticos se preguntaban si la participación del crack mundial iba a poder revertir este escenario sombrío.
Pues bien, las dudas tardaron muy poco en disiparse. En el debut, ante Cruz Azul por la Leagues Cup, Messi ingresó desde el banco y en tiempo de descuento le dio la victoria a su equipo, con un tiro libre ya de marca registrada.